De cara a un corto recorrido por las huellas aun indelebles en la tierra que los vió nacer, crecer y morir, los indígenas Totoroes, llevaron a cabo, la posesión de su autoridad tradicional de año 2015. Aquí un atisbo a lo que se logra entrever en el hacer, decir y mirar. Ya desposeido de mantos morales, o romanticos, es preciso solo contar lo mirado.
La gente hace lo que toca hacer, lo unico que es posible hacer, no hay mas. El lugar no ha cambiado mucho desde los ultimos 10 años que lo visité, salvo personas fallecidas, casas remodeladas, fachadas pintadas, un par de barrios inagurados, la alcaldía con mas pisos y el puesto de policia un poco mas amplio. Desde el punto de vista Político, se ha renovado, quiza no mucho, la administración del poder, ahora a cargo de lideres "Indígenas" o cercanos a la iniciativa almenos.
La gente hace el tiempo, por eso es tan largo, tan continuo, tan lento. Casi no hay tiempo porque no hay mucha gente, para entrecortarlo o fragmentarlo, por eso las miradas son largas, parejas, profundas aunque disimuladas, y pseudoapaticas. El tiempo camina de la mano con el hacer, y el hacer esta a cargo del hombre, de ahí que el frio doblege el hacer, y el hacer del hombre en esta tierra, vive en el tiempo de longitud vital que en otros senderos es escaso. Quiza por eso la incomodidad del sitio para nosotros los forasteros de tierra caliente, mas no calida.
Se vive el hacer, conforme a lo vivido, elaborado, trasformado e incoporporado en la producción de la tierra, es decir, se ha heredado, la cultura de produccion agricola, entorno a la siembra, producción y venta de papa, cebolla, ullucos, legumbres, entre otros. Tambien, el trato para el cuidado del ganado, en la produccion de leche y carne. Es una población muy agradable, el clima es agradable, el sitio y sus paisajes son agradables. Con esto quiero decir, que en el hacer, se camina y se vive la vida, con mayor o menor prisas, mas en la lentitud del tiempo que se vive, pero el hacer corresponde con la historia que encarna a totoroes.Las personas hacen la vida, y en ese hacer, el mundo tiene sentido gracias al hacer precomprensivo y significativo del hombre. un hacer que encarna muchas formas, caracteristicas y di-menciones en lo vivido.
En lo que dicen, hay muchas formas de comprenderlo, porque nosotros siempre decimos con el cuerpo, un cuerpo viviente que menciona con la palabra, habla con la mirada, explica con el gesto, afirma y niega con la eleccion del decir, sin importar su forma.
Cuando se entrega y recibe el baston de mando, del antiguo cabildante al nuevo o recien electo, es un espacio para que cada uno, mencione lo que necesita mencionar, decir, quiza a si mismo, mas que a los que ya saben o esperan lo que se va a decir. En este aspecto, es notorio visualizar la miradad de los que hablan, entendiendo el hablar y el mirar en su mas profunda radicalidad corporal. En ese actuar, se puede leer muchas situaciones, posibles, certeras, volatiles, equivocadas o hasta inequivocas. Una de ella, es que sencillamente el lenguaje es mas que palabras bien dichas, pertinentes o no, explicitas o confusas, el lenguaje deja ver lo que somos, simplemente en nuestro hacer, decir y mirar.
La mirada es una apertura a multiformidad de deseos y sentidos, cobijados, ocultos, solapados, escondidos. Cuando la gente dice que los ojos son las ventanas del alma, y la verdad no se quien lo dijo, me resuena la pregunta por querer entender si el ser humano es solo una casa bien o mal construida, que al tanteo por sus ventanas miramos lo que hay dentro o fuera, evidentemente sin jugar con la metafora que rebasa toda afirmación, creo que la mirada va mas allá. y va mas allá, porque el hombre es mas que una mirada bien dada, entregada o recorrida. Solo podemos dar cuenta de lo que la mirada nos comunica, nos entrega y nos desoculta.
No me gusta cuando, se genera un verguenza en el mirar, especialmente a cuando nos miran, porque ese acto, revela mucho de lo que nos constituye en la unidad. Pero es cierto que solo sentimos verguenza ante lo extraño, porque si no lo fuera, jamas pisariamos un sendero cercano a nosotros. por eso no da verguenza, o pudor, mirar fijamente. Y a muchos del sitio, la mirada la llevaban a la extrañeza.
En este sentido para nuestra lectura de dicho acto social, no tiene lugar mencionar la mirada, porque en si misma es extraña, para quien la mira, es extraña como para poder fijarla en un marco de unidad que de cuenta de lo que se es, o se pretende ser, o sencillamente lo que se pretende revelar.
Al concluir la revisión, por el hacer, decir y mirar, deja solo un mojon ineludible, el cual ya le mencioné en el mismo escrito, afirmando que sencillamente el lenguaje es mas que palabras bien
dichas, pertinentes o no, explicitas o confusas, el lenguaje deja ver lo
que somos, simplemente en nuestras acciones, con los gestos, palabras y apuestas, como tambien en el mirar cercano al que es posible leerlo de cerca. Porque cuando estas de paso en una tierra, no puedes mirar bien, porque no te miran bien, y el mirar bien, entiendase como la mirada que reconoce la cercania del que pregunta con las acciones, palabras y miradas.
En la generalidad, es un pueblo indígena que esta en la pugna del sincretismo religioso, una dualidad que encarna la desigualdad hegemonica y hereditaria, proclamada y bendecida por la doctrina Católica. Es interesante mirar que hay efectivamente una apuesta a la divinidad, desajustada a los dogmas politicos que la institución Catolica reza. Sin embargo hay pugnas en esa toma de posición que logran formar divisiones de criterio, desiciones y elecciones entorno a los caminos a seguir. Otra generalidad esta manifiesta en la desorientación general sobre los caminos originarios.
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