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domingo, 12 de junio de 2016

Elementos



Es posible hablar de una pedagogía existenciaria, desde los postulados de Martin Heidegger antes de la khere?  Antes de cualquier decir, es importante señalar  que nuestro punto de partida abre la perspectiva de investigación desde la separación entre el caracter óntico del ser-ahí, y su caracter ontológico. Donde el ser-ahi, es el término utilizado por Heidegger traducido del alemán como dasein, lo cúal indica la remisión para re-pensar el hombre en su condición mas propia. Es decir lo que nos corresponde como seres de afección, acto, palabra y pensamiento.

Fijandonos que lo óntico de la existencia para Heidegger es una condición precomprensiva donde es posible la apertura de mundo gracias a la condición de posiblidad que se corresponde en la relación ser-lenguaje-existencia. Sin embargo la caracterización ontológica del ser-ahí, indica una cercanía con el sentido de autenticidad posible en el hombre. Heidegger no señala ni separa un estadio, o eslavón separado entre la condición existencial y existenciaria en nuestro acontecer vital, no es que la caracterización existencial, donde (a modo de vattimo), cabe los modos de ser de los entes, y en el otro los modos de ser del hombre de forma separada. 
La condición existencial, u óntica vista en la generalidad de hacer frente como un ser general ante los ojos, es descrito en su generalidad  como sentido de producción y utilidad. No es que la existencia esté por debajo o relegada de lo existenciario, esta diferenciación debe quedarnos clara en el presente bosquejo. 

Hemos adoptado el término existenciario precisamente para hacer ver los modos de ser del hombre, desde la perspectiva en que éste aparece en su sentido mas propio. Entendiendo la propiedad como la separación y el despliegue de la caracterización generalizada del hombre, visto este desde la subjetividad aislada y fragamentada, o en términos de skliar desde una espacialidad abogada en "la soledad y la extrañeza"(2008).

 De este modo, destacamos el término existenciario como el sentido ontológico en donde se comprende el ente hombre en su relación mas intima con la vida. La vivencia en donde acontece el acto, la palabra, la mirada y el pensamiento.  El ser-ahi existenciario en la cotidianidad del acontecer vital, contempla una unidad e integralidad, inamovibles desde los postulados Heidegerianos, a saber el encontrarse, la comprensión, y el habla.(SyT.1927). Estos elementos, sostienen el sentido de la apertura, en tanto afectividad, y la significatividad como horizonte de despliegue de sentido. 

El ambito existenciario reclama una reelaboración de la comprensión del sentido del ser del ente, es decir el sentido en tanto horizonte de afectividad y significatividad que abarca la vitalidad humana, desde el despliege existencial y existenciario. El despliegue existenciario propone una revisión al hombre en sus unidad de sentido, pulsion, transgresión y libertad, en donde es preciso tener una elaboración previa de la verdad, la angustia, la muerte, la conciencia, la historia y el tiempo como elementos inamobilbles del sentido existenciario. 
Esto es que la verdad, en tanto vector o remisor comprensivo aborde sin remiendas,  la pluraidad de apertura que tiene lugar en la verdad como el desocultamiento, una verdad si bien es cierto, sujeta a la tradición verificacionista y demostrable. Solo que ahora configurada en un sentido de unidad, de afectividad y significatividad. 
Sin embargo, el sentido de verdad que abre Heidegger para comprender lo humano, tiene que ver con el sentido transgresor que embarga la vida misma en el ambito de lo verdadero, lo verdadero es lo que aparece, se nos muestra como necesidad de afirmación o negación. Es una dimensión de lo verdadero que solo se juega con la unidad vital existenciaria. Esto es que la verdad solo cabe, en el ser-en-el-mundo, como posibilidad de aparecer y desaparecer de lo verdadero desde la condición de significatividad propio del lenguaje. Pero el ser-ahi, el hombre, tiene la estructura de ser-en-el-mundo, es decir, que el ser-en-el-mundo es correlativo al dasein, pues  es en el mundo donde se configura la comprensión del mismo, de tal modo que la angustia y la muerte tienen la figura expresa de la verdad solo en tanto que la conciencia toma lugar del ser verdadero en el acontecer temporal vital.


Si el proposito es señalar los elementos para pensar y llevar a cabo una pedagogia existenciaria, ineludiblemente tenemos que señalar lo que nos logra sostener la palabra pedagogía, y en ello que nos muestre. logremos identificar el sentido existenciario que expone Heidegger para con lo vital humano.

Se trata de llevar a cabo el acto de educar pensado en la dimensión propia de la condición humana, a saber el sentido existencial y existenciario que comporta todo tiempo. Es esculcar y tener  a cuenta que los objetos, las cosas, los entes, son cosas materiales que no pueden tener la misma condición o los mismos modos de ser del hombre. Y de sobremanera, el hombre no puede ser dimensionado, clasificado y tratado bajo ningun esquematismo de éste modo de ser.













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